Había una vez un hombre que pensaba demasiado. Aunque su cabeza tenia un tamaño normal, era increíble que en aquella pequeña esfera se movieran tantos pensamientos a tan alta velocidad. El resultado de aquella particularidad es que vivía desconectado de su interior, o lo que es lo mismo, del corazón y las emociones.
Esta no era una cuestión baladí, pues consideraba su vida sentimental como un fracaso. Conocía a una mujer. Se engañaba idealizándola. Después trataba de colocar la relación en la mente, y al final….todo se resquebrajaba por completo pues existía mas pensamiento que sentimiento.





